Y la vida sigue

La Sussi me ha acompañado durante 20 meses, y el pasado día 30, por fin la vendí.

Hasta cierto punto ha sido una triste despedida, pero ya que su venta supone el ir en busca de una nueva compañera de aventuras, también es alegría.

Ahora viene lo peor, el papeleo, la espera y la incertidumbre de si el nuevo hierro cumplirá con las espectativass que he depositado en ella.

Habrá que buscarle un nombre, todas mis motos han tenido nombre. Primero la Federica, esa Derbi FD que al poco tiempo subimos de cilindrada y con la que he pasado ratos inolvidables.

Que estuve montando entre 1986 y 1991. Entonces llegó la revolución, mi primer trabajo, mis primeros ahorros y mi primera moto seria.


La Honda NSR 125 R, otra gran máquina, con la que me divertí también múchísimo. Era Honda, todo estaba en su sitio, todo funcionaba suave, y como cundían esos 28 caballitos de 2 tiempos.


Esta la tuve 3 años, entre el '91 y el '94. Una seríe de circunstancias hizo que la vendiera. Una galleta, sin muchas consecuencias para ambos, pero que supuso estar sin moto un par de meses, la compra de un coche y el traslado de vivienda, que al fin y al cabo fue lo que más influyó.

Después pues casi 11 años sin tener moto, que no sin montar, por que de vez en cuando algún amigo te dejaba una vueltecita en su enduro o te escapabas a algún salón donde te dejaban probar alguna.



Y por fin llega el 2005, después de estar asentado en el curro y de estar meditándolo un tiempo y haciendo cuentas, y claro, con el espolón de Miguel detrás de la oreja, decido liarme la manta a la cabeza y pillarme una Suzuki GS500 E.


Era para probar, para ver que tal de nuevo la moto, porque era fácil en todo, potencia, mantenimiento, barata...Pero al final ha sido la culpable de volverme a enganchar a este mundo. Aunque creo que nunca me dejó este cuelgue por las dos ruedas.


Se lo he dicho a mucha gente, Fernando para estar completo, tiene que estar sobre una moto, si no tengo moto, me falta algo.


Los que montáis en moto me entendéis y sabéis lo que siento y que es difícil de describir.


Con la Sussi han caido más de 26000km en estos meses, y sólo rodando los fines de semana y en vacaciones.


He hecho mi primer viaje serio en moto y nos hemos juntado una pequeña familia de apasionados por las dos ruedas, que disfrutamos juntos de las curvas por nuestras carreteras preferidas.


Ahora, mi futura será la BMW F800S, que ya está encargada, pero a la que no veré el pelo hasta las últimas semanas del año.


Y ella va a ser el motivo de retomar este espacio y convertirlo en una crónica de mi vida en torno a las motos.

Iré publicando las aventuras y desventuras que vayan surgiendo y anécdotas y otras lindezas que tengan que ver con las dos ruedas y yo.

Nos vemos en la carretera, un saludo.